jueves, 27 de mayo de 2010

"El artista está presente" por Marina Abramovic







Con el título de The Artist is Present (El artista está presente) en el MOMA, Abramovic es objeto de la mayor retrospectiva que se la ha dedicado en América, reconociéndola, como es lógico, sobre todo en su faceta de innovadora performer. Por eso uno de los platos fuertes de la muestra será su presencia en una serie de intervenciones artísticas en las que volverá a utilizar su cuerpo como sujeto objeto y medio para explorar sus límites a nivel físico y psíquico.

Se volverá a representar una de sus performances más recordadas, Imponderabilia, que presentó en 1977. En ella un hombre y una mujer desnudos se sitúan uno enfrente de otro dejando un espacio estrecho entre medias por el que deben pasar aquellos espectadores que quieran participar, eligiendo a cuál de los dos se quiere acercar más. Pero además de todas estas intervenciones se exhiben en la muestra a través de fotos o vídeos de la época en las que se empezaron a realizar.

Está programado que cada día la artista ofrezca una exhibición, por lo que se prevé que en total dedique más de 700 horas a mostrar distintas performances. La más larga de las piezas será aquella en la que Abramovic se sienta sola en una mesa invitando de forma pasiva a que la gente se siente enfrente de ella todo el tiempo que quiera. Eso sí, siempre dentro de las horas de apertura del museo. Ésta y otras intervenciones de la creadora se podrán ver en directo a través de la web del museo."

Abramovic se ha grabado acuchillándose una y otra vez entre los dedos; acostándose debajo de un esqueleto -y provocando que éste se agitara al compás de su respiración-; plantándose desnuda en la puerta de un museo frente a frente con el alemán Frank Uwe Laysiepen (más conocido como Ulay), quien fuera su socio artístico y amante durante doce años. Si el público quería pasar por aquella puerta tenía que apretujarse inevitablemente entre sus dos cuerpos desnudos. Años después los amantes se situaron en extremos opuestos de la Gran Muralla China y echaron a andar uno en pos del otro. A los tres meses se encontraron, se separaron para siempre y cada cual siguió su propio camino.

A Marina Abramovic parece que le gusta subrayar su carismática soledad actual en esta retrospectiva donde se mezclan lo documental, lo virtual y lo irreal. Habrá proyecciones de sus viejas performances pero también recreaciones de las mismas a cargo de otras personas.

(texto extraido de aquí)


ver en vivo la performance en el MoMA

hasta el 30 de mayo de 2010

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