El sábado 27 de Mayo (2006) se realizó el segundo rallyconurbano del año. El evento fue organizado/ coordinado por Diego Melero, Ricardo Bravo y Martín Di Peco. A las 14:30 se dieron cita en Puente Saavedra: Albano García, Hernán Barsanti, Jennifer Flores, Ignacio Queraltó, Ricardo Bravo, Victoria Márquez, Martín Di Peco, Marina Zuccon, Magdalena Jitrik, Julia Codina, Diego Melero, Natalia Muñoa, Mint, Nadia Berenstein, Mariela Sacerdoti, y Diego Collins.
El gran cartel sobre la general paz da el marco para el encuentro:
"Bienvenidos sean.... los que pagan rentas". El catecismo político de la clase dirigente impositiva se manifiesta en una de las puertas del conurbano. Montoya ataca una vez más (y van....)
Uno a uno van llegando los excursionistas, y cuando se completa el grupo comenzamos el rally por la Av. Maipú hacia la estación de tren. Su calle lateral es ahora una feria peatonal llamada "Pasaje Croacia" (después del bombardeo)
Bajamos por las escaleras hasta la boletería, y aprovechamos la espera de la cola para dedicarle unas oraciones a la infaltable Virgencita del camino, que en otras paradas comparte cartel con el Gauchito Gil. Como Aristóbulo del Valle está "enterrada" (lo que la hace única en la provincia) cuenta con ascensores en cada andén, que por razones de presupuesto fueron prolijamente ocultados con las obras de restauración. Parece ser que a la privatizada le generaban otro punto de control de boletos y un costo extra de mantenimiento, nos detalla Ricardo.
Mientras esperamos la llegada de la formación, nos deleitamos con la fabulosa bóveda de hormigón in situ y su enigmático vitraux. Mint disimuladamente empieza a despegar un afiche que le llamó la atención.
Ya a bordo nos sentimos muy seguros con la presencia de los hombres de "Hunter Seguridad"
Meditamos sobre su etimología anhelando que no disparen "por deporte".
El futuro es ofrecido a nuestras manos, en el Horóscopo 2006 con todas las predicciones para todos los signos, a sólo una moneda. De fondo suena "D.J. ambulant", que no para de pinchar los hits del chaqueño Palavecino.
Llegamos a Munro, la "zona tricolor": La plaza de la estación es el punto de reunión de la barra de "Cole". Nos alejamos sigilosamente por la Av Velez Sarfield hacia el este, donde el festejo del 25 de mayo se (con)funde con el furor pre-mundialista. Las banderas albicelestes dan ilusión de continuidad al paisaje: colgadas por la municipalidad en los postes de luz, atadas en algún balcón o terraza, y a la venta en cuanto puesto callejero se encuentre.
Al llegar a la avenida Mitre, eje del centro comercial Munro, nos sorprende un vecino histórico que nos desborda con sus datos del barrio: "Esta avenida se llamaba Fondo de la Legua, porque se correspondía con el antiguo trazado de los fondos de los terrenos que daban al río y que medían 1 legua de largo." Agradecemos el testimonio y seguimos nuestro rumbo por la duplicación pavimentada del viejo perfil de la costa norte.
Nos detenemos en el primer hito. Una réplica de la estatua de la libertad en fibra de vidrio, apoyada sobre una marquesina. Era la mejor propaganda para el ahora abandonado "Supermercado MiniMac". La ocasión es ideal para la foto grupal. Albano se relame frotándose las manos y dispara.
Ahora damos vuelta hacia el sur para entrar en la primera galería. Allí nos encontramos con el gran ombú talado. El ambiente es inmejorable para unas lecturas sobre el furor y la decadencia: Anticipándose a todo Ricardo se trepa y recita vehemente su boleto de Ferrovías que lo trajo hasta aquí. Martín se emociona y lee fragmentos de "La arquitectura futurista", de Sant`Elia, "El decadentismo francés" de Juan Ritvo y "Las ruinas" de Georg Simmel. Victoria se anima con unos poemas de Oliverio Girondo y Diego lee con voz cansina el lúcido comentario enviado vía e-mail desde Salta por nuestro amigo Lucas.
Para poder completar todo el recorrido, seguimos viaje esquivando la galería de los estudios "Lumiton". Allí, a pasitos de donde la Tota Santillán graba su "Pasión de Sábado" se concentra más intensamente la acción municipal: restauración del museo del cine nacional, construcción de la escuela de cine de Vicente Lopez y construcción de una plaza seca que servirá de marco a la futura "feria de las naciones". Donde antes se había generado "espontáneamente" una pista de skaters dominan ahora la geografía dos pequeñas fuentes. ¿De que manera se puede esquivar el monopolio estamental sobre el uso del espacio público?
Con la excusa de cortar camino nos dejamos tentar por los vivos colores y el techo alucarnado de la última galería, donde somos testigos de un frenético campeonato de "pampita" (jerga local para el "pump it up", videojuego de emulación coreográfica) Jennifer y Nadia quedan pasmadas ante la habilidad de nuestros bailarines.
Saliendo por la principal descubrimos la segunda (e idéntica) estatua de la libertad, ahora sobre la marquesina de la galería "de los fabricantes".
Marina y Natalia, seducidas por las increíbles ofertas, deciden que es un buen momento para renovar el placard. El resto del grupo encara la segunda etapa del rally
Desde allí caminamos varios metros hasta la parada del 343, que nos lleva unas 15 cuadras en dirección oeste. Mientras baja del colectivo, Ignacio cambia las pilas de su cámara para no perderse un detalle.
Separando a uno y otro lado grandes fábricas y pequeños chalets descubrimos la "torre Ader", o "torre de los italianos". La misteriosa torre se nos presenta como similar a la de los ingleses, pero como dislocada, fuera de contexto; y sin reloj. Aunque de todas formas medía el tiempo: a esa hora el sol de la tarde teñía de un rojo aún más intenso a los ladrillos del monumento de Villa Adelina. Hernán y Diego se lamentan por no poder trepar a su cima, no está abierta al público los fines de semana.
Corridos por el ocaso, continuamos la marcha unas cuadras más hasta la "zona de detención" (de los colectivos). La piel de Magdalena se eriza en recuerdos amargos, "¿No podían ponerle otro nombre? Parada hubiera estado bien…".
Ajeno a la cuestión, el 333 (vaya número) no se hace esperar, y nos lleva rápidamente hasta la "ciudad Diarco". En el antiguo supermercado Canguro, el primero del país, se aloja la feria de la imitación: principalmente ropa y calzado "de marca" a precio "desmarcado". Aunque también impactan los puestos de ventas de mascotas (de iguanas a gallinas), electrodomésticos usados y mp3.
Para terminar la jornada bien arriba, Ricardo improvisa un minitorneo de tejo electrónico, en el que Victoria se auto-declara campeona. Mientras, Julia y Mariela se toman muy en serio lo de rallyconurbano y le sacan chispas a la pista de Karting, armada detrás de la feria.
Martín Di Peco 29-05-06
texto e imagenes extraidos de http://www.rallyconurbano.com.ar/